lunes, 27 de junio de 2016

GANA EL PP, PIERDEN LOS ESPAÑOLES

¡Ñoco, nu docar!


En las elecciones celebradas ayer la minoría más votada fue un partido radical conservador llamado Partido Popular. Éso fue posible gracias al apoyo de medios de manipulación como la COPE, RTVE, ABC, El Mundo, Onda Cero, Expansión, El País..., el poder financiero  y unos cuantos millones de electores a los que no les importa el futuro de sus hijos y nietos. Ha sido la minoría más votada gracias a la desinformación, el adoctrinamiento religioso y político; a la falta de cultura política y de la otra; a la ignorancia  y la superstición.
Nadie les ha explicado a estos votantes que la casa o apartamento que tienen vacíos la mayor parte del tiempo no va a ser expropiada -ni ocupada- si hubieran votado a una opción más progresista. Tampoco nadie les ha dicho, ni sabido explicar, que sus pensiones, la sanidad, la educación, y el resto de servicios públicos mejorarían, Los votantes de la minoría más votada han sido manipulados con la mentira, el miedo y la demagogia con una absoluta falta de escrúpulos, del mismo modo que lo han sido los ingleses favorables al "brexit". Los partidos conservadores siempre han sido un nicho y un nido para la crianza de corruptos, el lugar donde el poderoso corruptor amamanta a sus defensores, sin los cuales jamás podría gobernar. Por éso la bastardía con la que eliminan la filosofía, la historia y las letras en general de las aulas; hay que criarlos ignorantes e incultos para que sean manejables.
Al votante conservador hay que engañarle con la bandera del patriotismo, darle una buena ración de fútbol, hasta que se indigeste, mientras el patriota canalla campa a sus anchas por los paraísos fiscales en la segura impunidad de sus actos.
¡Basta!

miércoles, 15 de junio de 2016

BREVE



Ayer, en un programa informativo y jocoso de la televisión, un reportero entrevistaba a los asistentes de un mitin del PP en Alicante. Todos eran jóvenes ancianos jubilados, fans del hijo de la señora Brey y sus adláteres incondicionales. Era una cosa de risa muy seria que daba un poco de vergüenza ajena, y uno se podría preguntar si son votantes así los que encumbran gobiernos de la calaña del actual. Se necesita algo más que unos pocos millones de jubilados gregariamente equivocados, pero, sin duda, son la base del populismo Popular: acríticos y nada flexibles, desinformados y manipulados desde el púlpito a las ondas.


lunes, 6 de junio de 2016

POLÍTICA ESPURIA



El pueblo, o la clase trabajadora asalariada y en paro, de donde se recaudan la mayoría de los impuestos directos e indirectos, se dispone a votar el próximo 26 de junio de 2016. El 1% restante permanece a la expectativa, engrasando con enormes fajos de billetes el marketing de su caballo ganador en los medios de manipulación. La comunicación es otra cosa, y necesita de, al menos, dos personas que se hablen entre si, bien dialogando, disputando o discutiendo sobre los asuntos que sean. 

Los del Partido Popular (de populismo), continúan con sus mentiras y demagogia para la mitad de los jubilados, a los que no paran de asaetear con los dardos del miedo; una técnica antiquísima que siempre da resultados.

En el Partido Socialista Obrero Español (podemos eliminar Socialista y Obrero sin miedo a errar), hace tiempo que no saben si vienen o van. Cuentan, eso si, con la mitad de la otra mitad de los votos de los jubilados que, aunque menos estigmatizados por el miedo que los del populismo Popular, les votaran seguro porque odian a los primeros.

Los de Ciudadanos (¿quién sería el remedo de Robespierre que les puso ese nombre?), están aprendiendo a hacer la O con un canuto. Se sostienen con el apoyo de los desencantados del populismo, los del Partido Español, y otros pocos que hasta no hace mucho eran apolíticos; son la versión light del capitalismo salvaje y se van a dar un batacazo el día 26J para recordar.

Por último tenemos a la coalición Podemos/Izquierda Unida, a los que temen los de los fajos de billetes y los medios de manipulación. Les temen, porque son los únicos que hablan de subir impuestos a los que más tienen y redistribuir un poco de esa riqueza que tanto trabajo les ha costado robar. No es necesario aclarar como se roba desde una multinacional, todo el mundo paga recibos de consumo eléctrico, teléfono o bancos, por poner solo unos ejemplos hirientes y dañinos.

Así que lo que el pueblo (la definición de pueblo nunca incluye al 1%) se juega el día 26 de junio es un poco de justicia social. Un poco de esa justicia en los tiempos que corren es mucho, y los injustos, que son los que dominan la economía, no quieren ni oír hablar de igualdad, justicia o fraternidad. Ellos son más de caridad, corrupción y que todo siga igual o mejor para ellos. Éso es lo que está en juego a groso modo.

viernes, 8 de enero de 2016

REALIDAD O FICCIÓN



Uno no puede llamarse como quiere así como así, por lo que es mejor que tus padres hayan elegido el nombre correcto para ti cuando te inscribieron en el Registro Civil. Una palabra que escucharás muchas veces a lo largo de tu vida y, si no te suena bien, estás jodido. 
¿Cómo era su nombre cuando se conocieron? Espera...no, no lo recuerda. Ha tenido tantos que ni el orden recuerda de los que recuerda. Eran unos tiempos terribles, ominosos, donde la muerte se sentaba a comer todos los días sin importarle la compañía ni el huésped. La muy hija de puta. No es lo que hace, es el cómo y el cuándo. Pero si, fue en esos días cuando se conocieron y un puente se tendió sobre el abismo, y resultó cómodo y seguro transitar por él; también excitante, maravilloso, un placer, un sufrimiento, el amor. Llegado un momento cualquiera se produce un chasquido y algo se rompe en el puente, imperceptible al principio, la onda tarda en llegar, aunque luego uno se da cuenta de que no hay una reparación satisfactoria. Se siente algo de pena, mucha rabia, ira, y desconsuelo. Un egoísta hambriento de emociones y sentimientos encontrados surge en cada extremo del puente, aunque ya no pueden cruzarle, se miran y ven la tristeza en sus ojos. Nada será como antes porque siendo los mismos ahora son otros; incorporaran nuevas rutinas y seguirán con las que les gustan de siempre. Todo éso y algo más sucedió hace tiempo, da para una novela corta. El resto es ficción.

martes, 14 de abril de 2015

CRISTALINO


Salvo algunas cosas como el agua del río de la foto, nada es transparente y claro en las sociedades humanas, sobre todo en aquellas que presumen de civilizadas y avanzadas. Vivo en un país (España) que una vez tuvo un imperio, y durante ese tiempo también fue la primera potencia militar y económica. Aquello duró unos ciento cincuenta años, hasta la mitad del siglo XVII; después pudieron mantener su imperio hasta entrado el siglo XIX, pero carecían del suficiente poder para imponer sus políticas al resto del mundo. En esos trescientos años no se produjeron avances significativos en lo social. Hubo, si, algunos pintores, artistas y escritores que aún son capaces de deslumbrar al mundo, pero por lo general la ciencia y las innovaciones se daban en otros lugares. Nunca hubo un Newton o un Galilleo, ni un Kepler o un Locke. La curia rancia y garbancera, pedigüeña, medradora y estúpida ha dominado el sistema educativo; aún hoy en día lo hace sin ningún escrúpulo con el apoyo de élites, gobiernos y unos ciudadanos torpes y lerdos, pues para algo se han deseducado bajo sotanas y hábitos desde la más tierna infancia. Éste es el país que ahora enlaza (en el 2015) una elección tras otra y que se mesa los cabellos porque uno de los partidos más casposos y retrógrados del panorama europeo ha perdido unos escaños en unas elecciones regionales, cuando no debería haber obtenido ninguna representación. Una nación dominada por unas pocas corporaciones: bancos, compañías energéticas, constructoras y de distribución que extraen la poca riqueza de los ciudadanos como las sanguijuelas o las garrapatas la sangre a sus huéspedes.
Dicen que Gothe pronunció las siguientes palabras antes de morir: luz, más luz. Seguro que es leyenda, y de todos modos lo único que podrían haber hecho es llevar más velas si era de noche, o abrir las ventanas para que entrará la luz del Sol si era de día. En España hace falta más claridad, de una transparencia cristalina, y que le quiten la venda a la Justicia, porque ahora mismo parece que solo ve por un resquicio lo que unos pocos le mandan. ¡Ah!, y dejar al clero en pelota picada, que todos puedan ver sus vergüenzas.