jueves, 9 de agosto de 2012

FOTO DE NIÑEZ

Me veo sentado contra el respaldo de una silla, envuelto y sonriente, tal vez sonrosado. Solo. No debo tener más de un año, pero recuerdo perfectamente al fotógrafo. Un hombre de poco más de treinta años que viste un pantalón de pana negro con una hebilla detrás, una camisa blanca de rayas negras y sin cuello, un chaleco negro y una chaqueta, también de pana. Le veo apuntar con su cámara Practica de fabricación alemana oriental que un hermano, emigrante en la otra Alemania, le regaló en sus últimas vacaciones. Me hace cucamonas, sonrío como lo que soy y me inmortaliza para unos cuantos años. Para el olvido en aquel patio encalado de una niñez que no recuerdo.