martes, 21 de agosto de 2012

TLR4


Demasiados frentes.
   El dinero del monopoly se ha esfumado como la espuma de la olas al romper en la orilla del mar. Slim, Gates y Ortega son este año más ricos que el pasado, siendo ellos la punta de una pirámide inverosímil. 
   Secretos que los bastardos ocultan para obtener su codiciosa ventaja. 
   Incendios que queman la vida entera y destruyen la belleza. 
Millones de parados por la siempre negligente actuación de quien dice gobernar para todos con esa boca, esa maldita y repugnante boca, que todo lo enfanga con falacias. Una "gran" justicia que no sabe ver una sentencia injusta aunque se la graben a fuego en el entrecejo ciego.
   El auge del radicalismo en las élites religiosas y su mutismo ante la desvergüenza del poder y sus abusos, ¿acaso no son, también ellos, poder?
   La práctica de ejercicio diario facilita la producción de endorfinas que acaban por producir un efecto analgésico y de bienestar. Pero lo que de verdad echamos de menos los seres humanos es una buena ración de dopamina. Dopamina de justicia, trabajo, riqueza, espíritu, belleza, inteligencia, sexo, comida, amor... Andamos en un déficit constante de dopamina y vivimos en un permanente síndrome de abstinencia. Necesitamos que el receptor del sistema inmune que da título a la entrada (TLR4), se desligue de nuestro sistema inmunitario y de los receptores neuronales que nos avisan de ese déficit. Quiero mi ración diaria de heroína y naloxona, o eso..., o cambiamos el mundo.