sábado, 8 de septiembre de 2012

EL MANGANTE Y LOS CORRUPTOS


El mangante ha elegido el lugar donde depositar su huevo podrido con la "alegría contenida" de los políticos implicados en el asunto, la trama, la turbiedad y el enorme montón de desperdicio que una pocas mentes desequilibradas quieren vender como un gran proyecto empresarial, creador de empleo y no sé cuantas memeces de similar calibre. El abad de Montserrat habla de "prostitución, ludopatía y consumo de drogas", algo normal viniendo de un clérigo que si alguna vez practicó una de esas cosas fue a escondidas y con remordimiento de conciencia. Dejemos al clérigo con su rosario y sus cuitas y vayamos al meollo del asunto: la corrupción. El clarividente ciudadano que vota por la corrupción es un ejemplo a seguir. Son personas partidarias del orden; la educación religiosa en los colegios públicos; la asistencia a misa; el patriotismo y los símbolos que lo representan. Les encanta que les digan las cosas claras como que los sindicatos y las personas que piensan diferentes son unos vagos y maleantes; unos aprovechados que viven del cuento y que  llevan a la sociedad a la ruina. Son amantes de las personas que mandan y les gusta oír y recibir ordenes; tener las cosas claras porque las dicen personas con poder y dinero que, claro, no pueden estar equivocadas. Ahí es donde empieza el germen de la corrupción, pues si una de estas personas ricas y poderosas te dice que algo es bueno y, además te "enchufa" en sus negocios, ¿cómo vas a dudar? Hemos pasado de buscar vivir en una sociedad igualitaria a una donde lo importante es lo que dios manda. Como dios manda por boca de sus elegidos.