domingo, 11 de noviembre de 2012

CHASCO

¿Sabes? Le dice a ella. Esta tarde, mientras conducía por una carretera negra y limpia, lavada por la lluvia y el viento he pensado en ti. He recordado lo bien que seleccionas los libros que me regalas, el mimo que pones al pensar que ese personaje o esa descripción me gustará, que disfrutaré con ella. Pienso que hay que querer de verdad para saber ver estos detalles y acertar. Lo que revela altas dotes de observación a todos lo niveles; un profundo deseo de conocer e interiorizar en el otro con la intención de familiarizarse con todo, sin importar si lo que se encuentra es de uno u otro color; algo que muestra mucha ternura y el amor que se siente... Sentir todos estos detalles sobre los sentimientos que imaginas tiene hacia ti el ser amado, como si de repente todo lo que ya sabes se representará en tu mente de una forma ordenada, descubriendo los códigos que permiten su lectura clara, en la que todo encaja; sentir eso te hace querer ser mejor persona, porque te das cuenta de que hay un ser humano en el mundo que te acepta tal y como eres: lleno de defectos..., y no le importa. 
¿Sabes? Le dice ella a él. Todo lo que has dicho es verdad, -y haciendo una pausa de unos segundos continúa- pero yo no pienso en ti en esos términos.