sábado, 1 de diciembre de 2012

COTA



Permitanme hacer una pausa en las aventuras de Aculeo y rendir, con estas pocas líneas, un pequeño homenaje a Cota, una perra cruce de Pastor Alemán y Labrador que me ha acompañado durante once años. Le gustaba correr detrás de los conejos, liebres, perdices; meterse entre los matorrales y husmear tras un rastro. En una ocasión cazó una perdiz y en dos, un conejo, a pesar de que su tamaño y envergadura le impedían desenvolverse como un perro de caza. Pero lo que más le gustaba con diferencia era el agua. No le importaba la época del año, ni si era río, mar, lago o laguna. Solía torcer la cabeza y mirarme juguetona, esperando un gesto o una palabra que le dieran permiso. ¡Hala Cota!, y se zambullía sin miramientos.
Ha sido fiel y confiada hasta en la muerte.