lunes, 9 de septiembre de 2013

NOCHE DE LUNA


     Y dio media vuelta como si hubiera recibido una orden militar, automática. Irguió la cabeza, sonrió dirigiendo sus pasos hacía el borde del estanque y se detuvo ante su imagen en el agua, la luz de la luna confería un halo fantasmal al reflejo. Una polilla, en su confusión lunar, equivocó el camino, rozando con su torpe aleteo la tersa superficie que onduló bajo un chisporroteo de escamas y gotas. La luna tembló como si se ahogara, y despertó.